Descripción
El abuelo PIPÍN nos ha dejado. Sus 16 años pesaban mucho y un bacteria le invadió destruyendo su cornete nasal, llevándose al gato más bueno y cariñoso del mundo. Jamás pidió nada, jamás dio un problema.
Llegó con pocos meses, pasaron los años y siguió su vida en el refugio. Cuando entraba alguna visita en su gatera se ponía loco de contento buscando caricias. Nos preguntamos por qué un gato como nuestro PIPÍN pudo pasar tan desapercibido.
Qué maravilla y qué lujo haberte tenido con nosotros. D.E.P. pequeño amigo. Nunca te olvidaremos.






