SUGAR
A SUGAR le hemos recogido en la zona del Zurguén en un estado terrible: deshidratado y en estado de congelación. Rápidamente le dimos calor e inyectamos suero calentito pero su recuperación está siendo muy lenta. Apenas come, sólo quiere calor y sigue muy débil. Al llegar al refugio la pequeña ADY, otra gatita rescatada de la carretera, con apenas 4 meses ha demostrado ser la mejor de las mamás. Tanto ella como CABEZÓN no se separan de él para ayudarle a ponerse bueno y él está tan agradecido que no para de ronronear ante cualquier mimo humano o gatuno. Esperamos que SUGAR pueda recuperarse del todo para convertirse en un gato precioso, cruce de persa y con esos ojos color caramelo que rebosan cariño.







