DOS GATAS, UNA HUMANA Y UN SOLO CORAZÓN

Tiene por protagonistas a dos gatas preciosas y especiales, GALLETA y MISURI, y a una humana, Marta, que un día nos escribió porque quería adoptar un gato que estuviera necesitado y se había fijado en Misuri. 

 

La verdad es que le preguntamos que si no había confundido ese nombre con el de otra gatita, pero dijo que no. Sabía perfectamente quién era Misuri y su historia y la había elegido porque imaginaba que tendría pocas oportunidades o ninguna, y ella quería dársela. 

 

MISURI apareció en las calles de Villamayor, medio muerta, un saquito de huesos que apenas respiraba y con un ojo reventado. La llevamos directamente a la clínica aunque con muy mal pronóstico. Tras las pruebas correspondientes dio positivo a leucemia, a calicivirus y hubo que extirparle el ojo. Su delicadísimo estado de salud hizo que estuviera ingresada un mes con continuos altibajos en su salud y apenas cogiendo peso. 

 

Pero olvidamos la capacidad de lucha de los animales cuando se les cuida y se les quiere. Y nuestra «tuertita» salió adelante y ha vivido en «Algarabía» feliz y contenta regalando cariño a todo el que se acerca, y formando una preciosa amistad con nuestra querida GALLETA. 

 

GALLETA es otra gatita especial para nosotros. Formaba parte de una camada de 6 gatitos encontrados en un descampado de los cuáles sólo pudimos rescatar con vida a dos, a ella y a su hermano ULISES, que al igual que MISURI resultaron positivos a leucemia y calicivirus. Se convirtieron en dos gatos espectaculares de bonitos, buenos y cariñosos y con un destino marcado por su diagnóstico. 

 

ULISES cruzó el arco iris hace tiempo y su hermana GALLETA nos recordaba cada día, con esos ojos transparentes que tenemos gatos maravillosos aunque resulten invisibles para el resto del mundo. 

 

Marta nos visitó un sábado con su familia para conocer por fin a MISURI. Un encuentro bien bonito porque MISURI en cuanto la vio, se fue directa a ella, como si supiera lo que iba a pasar. Pero lo que Marta no sabía es que en «Algarabía» hay historias de amor y amistad que han formado y forman parte de nuestra historia. Y una de esas historias de amistad es la de MISURI y GALLETA que desde que se conocieron no se han separado la una de la otra. 

 

Y allí estaba Marta con dos gatas inseparables en sus brazos. Allí estaba con el corazón feliz porque MISURI se iría con ella, pero con el corazón partido porque sentía que rompía una historia especial. 

 

Los milagros existen amig@s, o la magia del destino, que cada cual le llame como quiera. 

 

 

El final ya os lo imagináis….  GALLETA y MISURI están felices en su nuevo hogar. ¿Por cuánto tiempo? Pues no lo sabemos porque su estado es el que es, pero lo que sí sabemos es que nos ha emocionado esta adopción en la que sólo importaba regalar un futuro a aquell@s que por sus circunstancias no lo tienen.