GATITOS EMPAREDADOS EN UN LOCAL DE SANTA MARTA

Sin palabras……
Así nos quedamos en ASPAP (la Protectora de Animales de Salamanca) cuando recibimos el aviso de una vecina de Santa Marta del Tormes (Salamanca) para decirnos que el Ayuntamiento del municipio había tapiado la entrada de un local en el que se refugiaban gatitos. Había avisado a la Policía para pedirles que dejaran abierta alguna salida porque había gatos dentro, pero la única respuesta que recibió fue que algunos vecinos se quejaban de los gatos.
Nuestros compañeros Kathe y Carlos acudieron al lugar indicado, que resultó ser un local del propio Ayuntamiento. Trataron de mirar por los agujeros de la pared y haciendo malabares para no caerse escucharon lo que parecían maullidos lejanos y débiles. Y empezó la odisea…..Tras una difusión urgente en las redes sociales conseguimos que un funcionario del Ayuntamiento nos abriera la puerta del local. Al entrar se encontraron con todo un basurero de restos de todo tipo, entre ellos casi una treintena de cadáveres de gatos esparcidos que habían muerto allí a lo largo del tiempo y algunos muy recientes. Se acercaron hasta el lugar de dónde procedían los maullidos y allí estaban escondidos en un agujero unos gatitos, intentando mamar de su mamá muerta. La gata había parido allí y escondido a sus bebés para que estuvieran seguros pero el Ayuntamiento había tapIado todas las salidas y la gata murió de hambre y sed.
Kathe y Carlos tuvieron que picar el muro de ladrillo para hacer un agujero más grande y poder sacar de allí a los gatitos, eran cinco bebés pequeñitos y con muy mal aspecto, maullaban desesperados ante la indiferencia del funcionario del Ayuntamiento que dijo literalmente: «Y para esta mierda nos habéis llamado?»
Con el doble sentimiento de la alegría del rescate de los cinco bebés y la tristeza de todos los animales muertos que allí dejaban, se llevaron a los gatitos y comenzamos a organizar todos sus cuidados para sacarlos adelante y regalarles una vida bien distinta.
Tras dos semanas de bibe empezaron a comer solitos y a demostrar que lo felices que eran: NORA, SEAVERT, PEPE, PUMBA y TIMÓN subieron al refugio de ASPAP y nada más llegar a la gatera que les habíamos preparado empezaron a investigar todo, donde estaba el agua y la comida, la bandeja para tener todo bien limpio, su camita bien cómoda y mullida…..
Queremos dar las gracias a tod@s los que nos ayudásteis en la difusión, porque en pocos días conseguimos encontrarles familias estupendas y los pequeños han encontrado el mejor destino: Nora escogió a Álvaro como papi, Belén ayudó a los dos más pequeñines, Pumba y Timón, y Sara y Carlos decidieron continuar sus vidas junto al mimosón de Pepe y la espabilada de Seavert.
¡¡¡Qué contentos estamos en ASPAP!!!
(Abril 2015)


