PERROS ABANDONADOS A SU SUERTE EN UNA CASA DE LA FREGENEDA

por | May 1, 2020 | Denuncias

De nuevo los animales víctimas ante la desidia de las instituciones, en este caso el Ayuntamiento de La Fregeneda (Salamanca). En ASPAP, la Protectora de Animales de Salamanca, recibimos una llamada de algunos vecinos del municipio de La Fregeneda para pedirnos ayuda para unos pobres animales que van a morir de hambre si alguien no hace algo. 

Nos explican que los animales están en esa situación porque su propietario se ha quedado en la ruina. Al parecer es un hombre que tiene ovejas, a las cuáles también tiene medio abandonadas porque no tiene dinero para alimentarlas. Es cazador y se había hecho también con varios perros para la caza, a pesar de que ya le venían advirtiendo de que no cogiera más animales. Según los vecinos más de una vez les había pedido que le compraran un saco de pienso para sus perros y la situación ya se había hecho insostenible porque los pobres, hambrientos y abandonados no paraban de ladrar. Las denuncias ante el alcalde del pueblo caían en saco roto porque decía que no podía hacer nada, algo que ya les aclaramos que era falso, ya que tenía la obligación legal de dar una solución al tema.

Nos hemos acercado hasta La Fregeneda y nos acercamos con los vecinos (que nos piden no ser identificados ante el alcalde) hasta la casa en la que los perros están encerados, sin comida y sin agua, salvo un poco en un cubo. Nos ponemos en contacto con el alcalde que insiste en que él no puede hacer nada, que el pobre hombre no tiene ni para comer él, contra más para dar de comer a los perros y las ovejas. Nos quedamos atónitos ante semejante respuesta y le recordamos su obligación legal de llamar al Seprona por un lado para el tema de las ovejas y a la Diputación por otro para que llamen al servicio de recogida contratado y se haga cargo de todos los perros. Pero ahí salió la verdadera respuesta: él no iba a llamar a nadie porque un Ayuntamiento como el suyo no podía gastarse 600 € que le cobraría la Diputación por llevarse a esos animales, que los vecinos no lo admitirían»

Finalmente los que hemos denunciado la situación ante el Seprona y la Diputación hemos sido nosotros. Triste destino en cualquier caso para las ovejas y los perros por la irresponsabilidad del dueño y de un Ayuntamiento que prefiere mirar para otro lado aunque le vaya la vida a unos pobres animales. 

(Octubre 2012)

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