PERROS DE CAZA ENCERRADOS EN UN REMOLQUE DE CAMIÓN ABANDONADO (abril 2017)
Abril 2017. ¡¡¡Otra vez vuelve a ocurrir!! Pobres perros víctimas de cazadores encerrados en un remolque cochambroso abandonado, sin salir y en condiciones lamentables. Y que tengamos que aguantar que semejantes seres cuya diversión es matar inocentes y tener a sus perros como meros objetos de usar y tirar, se autoproclamen defensores de la naturaleza…….
Nos avisó una familia que había hecho una parada en un restaurante que hay justo enfrente de la Feria Monográfica de Salamanca, en la Carretera Nacional de Portugal. Al salir escucharon ladridos de perros pero no veían nada alrededor. Le preguntaron a los del restaurante y al ver sus respuestas evasivas de que no sabían nada, imaginaron que algo pasaba. Pasearon por los alrededores hasta que vieron un pequeño terraplén y al fondo un remolque abandonado de un camión. De ahí salían los ladridos!!
Dos compañeros de ASPAP, la Protectora de Animales de Salamanaca, nos acercamos allí y no dábamos crédito a lo que veíamos y escuchábamos. Bajamos como pudimos hasta el remolque y efectivamente allí estaban, aunque no podíamos verlos bien. Por el mínimo ventanuco, la única entrada de aire para los pobres animales encerrados, pudimos vislumbrar con la linterna del móvil,.a 3 perros aunque parecía haber más al fondo. A oscuras, sin ventilación, sin poder salir y seguramente encerrados allí hasta quién sabe cuándo. Sólo mentes enfermas pueden tratar así a sus animales y una vez más son cazadores.
Entramos en el restaurante a preguntar al dueño información sobre esos perros, no sabe nada de ellos. Le decimos que debería hacerse mirar la sordera porque los perros se oyen perfectamente ladrar y desde luego allí no hay ruidos de fondo, salvo algún coche que pase por la carretera. No responden, pero sí un cliente que de malas maneras nos dice que dejemos de dar por ….. Que son perros de un cazador y que están perfectamente cuidados con comida y agua. Atónitos nos quedamos y nos callamos porque hay veces que hay que respirar antes de soltar lo que se piensa.
Llamamos al Seprona e informamos de la situación. Nos dicen que ya pasarán, pero que les digamos quién es el dueño del remolque, como si en ASPAP pudiéramos saber esa información. Les insinuamos que los dueños del bar y clientes lo saben perfectamente por la forma de contestarnos. Quedan en interesarse por el tema. Durante los 3 días siguientes los perros siguieron allí. El cuarto desparecieron, y al pedir explicaciones al Seprona nos comentan que ya no están allí pero que los perros estaban bien cuidados. (¡¡¡¡¡????!!!!).
Reivindicando la protección animal y no faltaba nuestro huerto ecológico. Ha sido una tarde agradable con mucha afluencia de gente.