TUSCA, LA PERRITA QUE HA VIVIDO 15 AÑOS ATADA PARA QUE NO PISARA EL JARDÍN

Aunque es Mayo, en Salamanca hace un calor insoportable. Recibimos en ASPAP, la Protectora de Animales de Salamanca, varias llamadas de algunos vecinos de una urbanización cercana a la ciudad, nos pedían ayuda para salvar a una perrita que lleva toda su vida atada en el mismo lugar y temían que acabe muriendo por las condiciones extremas en las que vive. Los meses de verano tiene compañía, el resto del año vive allí sola. Nos presentan escritos de denuncias anteriores interpuestas sin que nadie moviera un dedo. Nos acercamos al lugar, una vivienda de gente acomodada, un jardín impecable y como «elemento discordante» nos encontramos con ella, una perrita con una cadena al cuello con la longitud exacta para que sus patitas no puedan tocar el jardín, sólo el tórrido cemento en verano y gélido en invierno. Como cobijo, una caseta de plástico, una cazuela al fondo en la que el agua será una sopa caliente, y comedero inexistente, aunque éso sí, cacas por doquier que a falta de comida, le sirven de almuerzo. Así nos lo demostró, tras acercarse tímidamente a nosotros moviendo el rabito y mirarnos con una tristeza infinita. Como una rutina más de su indigna vida, olió sus propias heces, se las comió y se metió en su mísera casa. Grabamos el vídeo y denunciamos públicamente la situación. Ahí empezó la cuenta atrás para ella.
Nos contaron los vecinos que ésa era la vida de la perrita, año tras año intentando hacer razonar a la dueña de que la perra no podía vivir así, aunque la cosa venía de atrás, pero todo eran excusas, que estropeaba el jardín, que se comía las cosas, que tenía la cadena larga para andar…. Llamamos a la Policía del Municipio que nos dijo que todo era correcto y que la dueña era una señora de bien (ja,ja,já!!). Tres visitas a la casa sin que encontráramos a nadie, aunque alguien sí había ido y como acto supremo de bondad, le había puesto una sombrilla. Un domingo por la mañana por fin vemos a un hombre, el que va algunos días a ponerle comida porque la dueña estará un mes fuera de vacaciones.
Nos presentamos y sin más le explicamos nuestra intención, hacernos cargo de la perra para que deje de sufrir, o se tramitará la denuncia pertinente, a lo que nos contesta que ya lo intentaron otros y ahí tenemos el resultado. En dos días conseguimos contactar con familiares y con educación, y mucha contención!! ante los argumentos que nos daban para justificar que la perrita vivía muy feliz de aquélla forma, conseguimos que nos la cedieran, cogerla en brazos, llenarla de besos y poner rumbo a una nueva vida.
De camino a la clínica para que la hicieran un buen chequeo asimilábamos los nuevos datos: TUSCA, que así se llamaba, tenía 15 años!!! Año tras año atada, salvo momentos esporádicos, tratada como objeto decorativo, que para éso tenía pedigree, sin jugar, sin conocer a otros perros, viendo a distancia como su propia familia reducía su vida a tres metros escasos de cadena.
Tras los chequeos pertinentes nuestra querida TUSCA vino acompañada de ceguera y sordera muy avanzadas, tumores mamarios y en una pata, mastitis, problemas en la piel, seria cardiopatía y anemia. Quizás para muchos todos estos problemas de salud serían un serio contratiempo, pero para nosotros no eran más que un diagnóstico. Estábamos felices y sólo pensábamos en que TUSCA por fin era libre, había roto sus cadenas, y en ASPAP (la Protectora de Animales de Salamanca) haríamos todo lo posible para que los años que le quedaran los llenara de cosas bonitas.
Y así, poquito a poco y en apenas dos meses, TUSCA dejó atrás su pasado, y nos ha ido regalando momentos súper tiernos, como el primer día que pudo pasear libremente por «Algarabía», cuando conoció a nuestro abuelito Toby y no sabía por dónde empezar a olerle, su primera chuche, los pequeños coscorrones que a veces se daba porque calculaba mal las distancias, sus primeros paseos por la ciudad a paso tortuga porque su corazón la limita, los juegos con pelotas de cascabeles para que siga el sonido, su amor de madre hacia Sandokan, un pequeño minino al que hemos rescatado y que le cuida como si fuera un hijo…… Apuramos cada uno de sus gestos con toda la alegría del mundo porque sabemos que la mayoría de ellos los ha vivido por primera vez junto a nosotros, y nos sentimos afortunados por ello. Sé feliz y vive, querida TUSCA!! En ASPAP, te ayudaremos a conseguirlo.
(Mayo 2015)


