ROBIN
Si alguien conoce la historia de ROBIN se asombrará de lo guapo que está ahora y lo feliz que es en el refugio de ASPAP (la Protectora de Animales de Salamanca).
ROBIN vivió sus primeros años atado a una corta cadena, y una vieja chabola como refugio. Vivía junto con un montón de gatos, en estado enfermizo, conejos y gallinas, en una de las fincas lindantes al Puente de la Universidad.
Su dueño, un anciano con graves problemas de salud, le alimentaba a base de carne cruda, costillas y restos que le llevaba un carnicero que tenía también allí encerrados sus perros de caza, y conejos que aparecían muertos o se mataban para la ocasión de los de la finca (con su pelo incluído).
Tardamos casi 2 meses en poder hacernos cargo de ROBIN y los gatos que pudimos rescatar. Durante ese tiempo las compañeras de ASPAP no sólo cuidaron a ROBIN y los gatos, también llevábamos comida caliente a su dueño, que sufría una grave afección pulmonar. El día que ingresó en el hospital pudimos rescatar a ROBIN y los gatos.
ROBIN tardó casi un año en poder andar con normalidad por la atrofia de las patas traseras, pero con el tiempo engordó, supo lo que era correr y saltar, aprendió a recibir mimos y caricias, saborear chuches, a demostrar cariño… Un perro noble que ha encontrado su verdadero hogar en el refugio de ASPAP. Ojalá algún día pudiera llegar a encontrar otro hogar, pero desde luego podemos decir que nuestra humildad resulta todo un lujo para este grandullón al que queremos con todo nuestro corazón.